miércoles, 30 de agosto de 2006

LA BELLEZA HOY (según yo)

Si bien, la historia nos dice que los artistas han sido los encargados de mostrarnos los cambios, variaciones y diferentes formas en que la apreciación de la belleza ha acompañado a las diferentes culturas a lo largo del tiempo, esta relación actualmente no resulta tan obvia, puesto que hoy las corrientes o tendencias artísticas son tan variadas que resulta prácticamente imposible establecer puntos en común entre ellas, que determinen cuales son los cánones que rigen la apreciación de la belleza en nuestra época.

Es así como en el mundo existen diferentes subculturas, o las tan nombradas tribus urbanas, donde cada una de ellas es un verdadero universo en sí mismo, con apreciaciones muy diferentes entre ellas respecto de lo que es visualmente bello. Por ejemplo, para un muchacho de tendencia Hip Hop, un gran muro pintado de muchos colores representando formas poco inteligibles, con ilustraciones que para nada se rigen por las normas de la anatomía, le resultará realmente bello, mientras que a un joven de la misma edad que se declare como Gótico, le parecerá algo repugnante y sin sentido. Esta persona, se sentirá mucho más atraído hacia imágenes que utilicen mayoritariamente el color negro en contraste con el blanco y el rojo.

Este ejemplo, como tantos otros, sirve para dejar de manifiesto la gran diversidad de apreciaciones que existen frente a la belleza, diversidad de la cual el mercado ha sacado provecho, diferenciando a cada una de estas tendencias como nichos de mercado de tal manera que existen distintas líneas de productos para cada uno de esos nichos.

Tanto es así que hoy por hoy, los artistas, han puesto su talento, al servicio del mercado, desarrollándose de este modo lo que se llama la industria de la música, la industria del cine, de los libros, además los artistas visuales se han dedicado en gran medida a trabajos publicitarios, y las disciplinas como el diseño gráfico le ofrecen a las personas con cierto talento artístico una rentabilidad mucho mayor que la que ofrece la creación puramente artística.

De todos modos, esta relación entre el mercado y el arte no trae resultados necesariamente malos, de hecho ofrece muchos beneficios a sus participantes, por un lado los artistas tienen la posibilidad de recibir ingresos por sus creaciones y vivir de sus talentos, por otro lado los empresarios presentes en la industria ofrecen a los artistas una plataforma de difusión, viéndose beneficiados monetariamente, y finalmente están los receptores que tienen la posibilidad de apreciar una gran cantidad de obras de diferentes lugares y tiempos.

Cabe mencionar, que hoy en día el arte no busca específicamente la representación o exáltación de la belleza, más bien tiene sentidos mucho más simples (lo cual puede ser una característica adquirida del mercado), como podría ser la necesidad de expresar algo específico, o provocar una sensación determinada en el receptor, etc. Tomemos como ejemplo libro de comics dibujado por Todd Mc.Farlane, con su estilo muy particular, las opiniones frente a éste se dividirán entre los que aprecien esta pieza como bella o “bonita” (en términos más banales) y aquellos a los que le parezca lisa y llanamente fea. Sin embargo, esta discusión valórica (absolutamente arbitraría) está muy lejos de ir en la dirección correcta, en donde los dibujos de Mc.Farlane se ponen al servicio de una historia buscando generar en el lector alguna sensación específica (suspenso, exitación, etc.).

Es así como hoy en día juicios valóricos de esa índole han hecho que ciertas expresiones populares como la música bailable, los dibujos animados japoneses o la pintura abstracta sean consideradas de mal gusto sin tomar en cuenta la verdadera finalidad.

La globalización de las comunicaciones es otro de los grandes factores que ayudan a este distanciamiento entre arte y belleza, puesto que gracias a los medios informativos las apreciaciones de belleza en las diferentes culturas del planeta se han ido confrontando, mezclando y creando nuevas tendencias.

Buscar un elemento común que represente la apreciación de la belleza de todas las personas de nuestra sociedad resulta realmente imposible, sólo podemos observar las diferentes tendencias, y tomar nuestra propia elección. Lo único cierto es que la belleza es algo puramente subjetivo, por lo tanto como constructores de mensajes visuales, una de las cosas más importantes es conocer nuestros receptores y su particular visión de la belleza.